Mónica Flores-Ramos 1 , Philippe Leff-Gelman 2
1 Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, Ciudad de México, México.
2 Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes, Ciudad de México, México.
La complejidad de cuidar dos mentes al mismo tiempo ocurre cuando una futura madre está, a su vez, cuidando a su futuro bebé.
Todos los esfuerzos del prestador de salud deben converger en este momento para mantener el mayor bienestar tanto de la madre como del feto. Sin embargo, en realidad, las dificultades están presentes y determinan algunos síntomas mentales. Además, no se descartan enfermedades como la depresión y la ansiedad en el período perinatal. Es bien sabido que los trastornos emocionales son comunes durante el embarazo, especialmente en poblaciones vulnerables ( OMS, 2021 ).
En las mujeres mexicanas, se ha estimado que la depresión perinatal oscila entre 8.2% y 20%, dependiendo del momento de la evaluación ( Lara et al., 2015 ), mientras que la tasa reportada de síntomas de ansiedad perinatal es de 21% en el embarazo y 18% en el posparto ( Juárez Padilla, 2021 ).
Estos trastornos frecuentemente no son reconocidos ni tratados, con las consecuencias que conllevan ( Flores-Ramos et al., 2013 ). Las comorbilidades mentales durante el embarazo ejercen impactos importantes tanto en el crecimiento como en el desarrollo neurológico del feto y del recién nacido, con resultados adversos tanto para la madre como para la descendencia en la vida posnatal.
