Teresita de Jesús Saucedo-Molina, Frida Josselyn Canales Ramírez, Orquidea Galdina Arellano-Pérez
Área Académica de Nutrición, Instituto de Ciencias de la Salud, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, México
Introducción. Los adolescentes son el grupo con mayor riesgo de desarrollar conductas alimentarias desordenadas (DEB). Prevenir este problema es de suma importancia debido a las consecuencias físicas y psicológicas.
Objetivo. Evaluar los efectos de un programa universal de prevención de trastornos alimentarios (DEB), internalización del ideal de delgadez (TII), impulso por la musculatura (DM) y sedentarismo en adolescentes mexicanos.
Método. Se realizó un estudio cuasi-experimental con medidas repetidas (pretest, postest, seguimiento a los seis meses y al año) en una muestra no probabilística de 523 adolescentes (46,7% del sexo femenino) de 15 a 15 años. 19 años ( edad M= 16,07). Se trabajó en dos colegios privados, uno de ellos fue diseñado como grupo control (GC), y el otro como grupo intervención (GI). Tanto para los adolescentes masculinos como femeninos, los datos se recopilaron utilizando el Cuestionario Breve para Conductas Alimentarias Desordenadas (BQDEB) y la forma abreviada del Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ). Para evaluar el TII se aplicó el Cuestionario de Actitudes hacia la Figura Corporal en el sexo femenino, mientras que en el masculino se utilizó la Escala de Impulso por la Musculatura (DMS).
Resultados. Después de un año, los análisis de varianza (ANOVA) de medidas repetidas revelaron una reducción significativa de las puntuaciones medias de DEB tanto en mujeres ( p = 0,01) como en hombres ( p= .03) adolescentes del GI con respecto al GC. En GI, las hembras disminuyeron significativamente la puntuación media de TII, así como la puntuación media de DM en los machos. La actividad física aumentó en las hembras del GI desde el pretest hasta el postest; sin embargo, el efecto no se mantuvo en el tiempo.
Discusión y conclusión. Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para futuras intervenciones con adolescentes mexicanos. Debemos tener en cuenta las diferencias de sexo para elegir actividades y estrategias que mejoren los efectos del programa.