Cada 4 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Obesidad, para sensibilizar sobre el impacto de esta enfermedad y promover acciones para su prevención y tratamiento.
La obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por un exceso de grasa corporal que puede afectar la salud y aumentar el riesgo de enfermedades no transmisibles como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y ciertos tipos de cáncer. Según la OMS, desde 1975 la obesidad se ha triplicado en todo el mundo, afectando actualmente a más de 800 millones de personas.
En América Latina y el Caribe, la situación es particularmente preocupante, con cifras en constante aumento. De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el sobrepeso y la obesidad afectan a cerca del 60% de la población adulta y a un 33% de los niños y adolescentes de la región.
Prevenirla es posible, aquí tienes algunas acciones que marcan la diferencia:
Alimentación Saludable
Incorpora más frutas, verduras y alimentos frescos en tu dieta diaria. Evita los productos ultraprocesados que tienen un alto contenido en grasas, azúcares y sal.

Actividad Física Regular
El movimiento es clave. No necesitas un gimnasio: caminar, subir escaleras o bailar en casa son grandes aliados para tu salud.
Hidratación frecuente
El agua es la mejor opción. Limita las bebidas azucaradas, que aportan calorías no beneficiosas y aumentan el riesgo de obesidad.
Ambientes Saludables
En el hogar, la escuela y el trabajo, es importante facilitar que las opciones saludables sean las más fáciles.

El cambio comienza con pequeños pasos. Informarse, elegir mejor, apoyar políticas públicas que prioricen la salud. Juntos, podemos detener el avance de la obesidad y garantizar un futuro más saludable para todos.